Una vez más confiar en la presencia de Liam Neeson en un film, no falla. Al contrario, si bien el avance del film devela poca originalidad sin sorpresas y apoyándose en el fantasma de remitir a búsqueda implacable desde lado opuesto, la interpretación de Liam Neeson sin llegar a ser lo mejor de sus trabajos entrega un profundo proceso de dar vida a un personaje en momentos difíciles. De algún modo se puede llegar a encontrar una representación del Tío Sam en la historia del personaje. La historia entretiene y con una correcta cumplida dirección de Robert Lorenz quien por momentos tiene destellos de su largo recorrido en varios film con Clint Easwood. Entretenida disfrutable y no defrauda.
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